sábado, 19 de septiembre de 2009

Reporte 4


ACTIVIDAD
Lee el siguiente texto y elabora un Reporte de Lectura 4

FECHA DE ENTREGA
GRUPO 56LE Ecatepec Sabado 26 de Septiembre
GRUPO 55LE Ixtlahuaca Domingo 27 de Septiembre




2.3 La Educación en Roma: Estoicismo, epicureismo, escepticismo

Los pensadores romanos eran diferentes a los griegos. Se caracterizaban por ser principalmente prácticos y no especulativos ni metafísicos. Después de la muerte de Alejandro Magno, en el 323 a. de C., la cultura griega comenzó a formar parte del Imperio Romano. Las ciudades de Corinto, Esparta y Atenas, sin dejar de ser autónomas quedaron circunscriptas a un área más amplia. La filosofía se orientó hacia la ética y la práctica volviendo a las enseñanzas de los filósofos presocráticos para explicar el mundo, el estoicismo volvió a la física de Heráclito y el epicureísmo al atomismo de Demócrito. En Roma, la filosofía formaba parte del ciclo educativo y su principal función era satisfacer las necesidades y las inquietudes religiosas del hombre. Las clases altas eran incrédulas respecto a la mitología popular, por lo tanto derivaban sus aspiraciones espirituales hacia los distintos cultos que se introducían en el imperio desde Oriente, o se volvían hacia la filosofía, en lugar de adherirse a la religión oficial del Estado, eminentemente práctica. El estoicismo y el epicureísmo trataban de darle al hombre grecorromano una base segura que orientara su vida como individuo, unos apoyándose en la ética y otros en la religión. Tanto el estoicismo como el epicureísmo coinciden en una cosa: el ente es cuerpo, aunque para estas doctrinas este concepto tenga un significado diferente. El epicureísmo sostiene que el materialismo es el resultado del atomismo, es decir, el único sentido del mundo es la voluntad del sabio de ser feliz. Para el estoicismo el materialismo es sólo una apariencia. Los estoicos, como Plotino, utilizan los términos “ente” y “ser” sólo para señalar un tipo de ente corpóreo y no para indicar un no-nada, ya que para esto último utilizan el pronombre neutro “ti”, que significa “algo”, afirmando que más allá de ese algo que es cuerpo hay algo que no es cuerpo. Un ejemplo son los significados que están contenidos en el pensamiento, que se expresan a través del lenguaje. El desarrollo de la filosofía helenístico-romana tiene tres etapas en el tiempo, desde el siglo IV a. de C. hasta concluir en Alejandría en el siglo VII d. de C, caracterizadas por la filosofía estoica y epicúrea, centradas en la conducta, la felicidad personal del hombre; y orientadas hacia la filosofía presocrática. En una primera etapa se encuentran el escepticismo de Pirrón y las Academias Media y Nueva, que nacieron en oposición a los estoicos y a los epicúreos. En una segunda etapa se vivió algo parecido con una marcada vuelta a la ortodoxia filosófica con un profundo interés en los fundadores de las escuelas, sus vidas y sus obras. La tercera etapa fue el intento de conciliar los elementos destacados de las doctrinas filosóficas considerados válidos y de las religiones de Oriente y Occidente, formando un sistema que reuniera a todas las escuelas filosóficas. El fundador de la escuela estoica fue Zenón. Uno de sus discípulos fue Crisipo, y sus sucesores fueron Zenón de Tarso y Diógenes de Seleucia. Estos últimos fueron embajadores de Atenas en Roma para intentar conseguir la exención del tributo, causando gran admiración entre los jóvenes romanos. El pensamiento estoico era contrario a la posición de Platón, y le otorgaba suficiente importancia a la percepción sensible. Los estoicos fueron considerados empiristas por darle criterio de verdad a la percepción clara. Aspiraban a orientar la existencia humana hacia la evolución moral del individuo, la cual era considerada la salvación. En Roma alcanzó su mayor expresión en pensadores como Lucio Anneo Séneca, Epícteto y Marco Aurelio.

Para los estoicos, vivir en armonía con la naturaleza y conforme al orden universal era la base fundamental de la conducta humana.

El estoicismo en Roma se convirtió en la conciencia moral de la sociedad.

El epicureísmo es un sistema filosófico enseñado por Epicuro de Samos, filósofo ateniense del siglo IV a. C. y seguido después por otros filósofos, llamados epicúreos.

En el año 306 a. C. Epicuro adquirió la finca llamada "El Jardín" en las afueras de Atenas y fundó su escuela de filosofía. Formada tanto por varones como por mujeres (gran novedad en las escuelas griegas), en ella vivió aislado de la vida política y de la sociedad, practicando la amistad y la vida estética y de conocimiento.

Epicuro proponía la realización de la vida buena y feliz, la ataraxia y los vínculos de amistad entre sus correligionarios. Este placer no debía limitarse sólo al cuerpo, como preconizaba el hedonismo cirenaico, sino que debía ser también intelectual, ya que el hombre es un todo. Además, para Epicuro la presencia del placer o felicidad era un sinónimo de la ausencia de dolor, o de cualquier tipo de aflicción: el hambre, la tensión sexual, el aburrimiento, etc. Era un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo que proporcionaba la serenidad o ataraxia. El placer puro es el bien supremo, el dolor el mal supremo. Los placeres y sufrimientos son consecuencia de la realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de apetitos, por tanto placeres:

*Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo, y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer;
*Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación sexual.
*Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el prestigio.

También distinguía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre en dos entes diferentes pero unidos, el cuerpo y el alma:

*Placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es la renuncia de estos placeres y la búsqueda de la carencia de apetito y dolor corporal;
*Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo: el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es efímero y temporal, mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.

Pese a que el placer es un bien y el dolor un mal, hay que administrar inteligentemente el placer y dolor: en ocasiones debemos rechazar placeres a los que les siguen sufrimientos mayores y aceptar dolores cuando se siguen de placeres mayores. La razón representa un papel decisivo en lo que respecta a nuestra felicidad, nos permite alcanzar la total imperturbabilidad (ataraxia), la cual Epicuro compara con un mar en calma cuando ningún viento lo azota y nos da libertad ante las pasiones, afectos y apetitos.

La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica, sino más bien práctica. Buscaba sobre todo procurar el sosiego necesario para una vida feliz y placentera en la que los temores al destino, los dioses o la muerte quedaran definitivamente eliminados. Para ello se fundamentaba en una teoría empirista del conocimiento, en una fñisica atomista inspirada en las doctrinas de Leucipo y Demócrito, y en una ética hedonista.

El hombre debía rechazar la enseñanza de miedos y supersticiones. No había motivo para temer a los dioses porque estos, si bien existen, no pueden relacionarse con nosotros ni para ayudar ni para castigar, y por tanto ni su temor ni su rezo o veneración posee utilidad práctica. La muerte tampoco puede temerse, porque siendo nada, no puede ser algo para nosotros: mientras vivimos no está presente y cuando está presente nosotros no estamos ya. El dolor y el mal se evitan fácilmente porque ningún tormento dura demasiado y cuanto más intenso es menos duro.

El epicureísmo es una doctrina de un paganismo típicamente laico y mediterráneo y en este ámbito ganó gran número de seguidores que la consideraron una doctrina verdadera que solucionaba todos los problemas. Su escuela de pensamiento perduró largamente aún siete siglos tras la muerte de Epicuro; pero después fue casi relegada al olvido al advenir la Edad Media, periodo en el que se perdió o fue destruida la mayoría de los escritos de este filósofo griego a causa del rechazo que por sus ideas experimentó el Cristianismo, que no pudo adaptarlas a su sistema de creencias por la visión cristiana del dolor. Por otra parte lo intentaron el platonismo y el aristotelismo.

Escepticismo deriva de skéfis, que significa indagación. Tiene por objeto la consecución de la felicidad como ataraxia, mediante la crítica y negación de cualquier doctrina determinada, por engañosa. Creen pues adquirir la tranquilidad rechazando cualquier doctrina. Supuso decadencia en la investigación, ya que se limitó a polemizar contra las demás escuelas, aunque favoreciera la liberación de estancamientos dogmáticos.
Fue la orientación filosófica seguida en Grecia 1) por la escuela de Pirrón de Elis, en tiempos de Alejandro Magno;2) la Media y Nueva Academia, y 3) los escépticos posteriores, a partir de Enesidemo.
Pirrón de Elis (360-270 a.C.) conoció la dialéctica de la escuela eleomegárica, participó en la campaña de Alejandro Magno en Oriente, y fundó una escuela. Vivió pobre. No dejó escritos, y conocemos su doctrina por Diógenes Laercio y por los versos burlescos de su discípulo Timón de Fliunte (329-230 a.C.).Negó que hubiera cosas verdaderas o falsas, bellas o feas, buenas o malas por naturaleza, porque para el conocimiento humano las cosas son inaprensibles, y la verdad es inaccesible, lo que motivó indiferencia. Sólo podemos conocer por apariencia. Timón de Fliunte le rebatió, considerando que, para ser feliz, el ser humano necesita conocer la naturaleza de las cosas, postura ante ellas, y consecuencias. Si las cosas se muestran indiferentes, inciertas e indiscernibles: paciencia.
La Academia Media buscó el fundamento y la prueba lógica, y se basó en la doctrina platónica que negaba validez de ciencia al conocimiento del mundo sensible, reduciendo ese conocimiento a mera opinión probable. Inició esta orientación Arcesilao de Pitane (315-241 a.C.), que también no escribió nada, y se limitó a discutir opiniones ajenas. Negó que se pudiese distinguir una representación comprensiva de la que no lo es, e incluso que se pudiera afirmar que el hombre no podía saber nada (Sócrates).El sabio no puede apoyarse en certezas, sólo en opiniones. Sus principales críticas fueron contra su coetáneo Cenón de Cizio: como no hay representaciones verdaderas, no existen las catalépticas; función del sabio es abstenerse de todo asentimiento; el buen sentido y la racionabilidad debe ser la norma. Siguieron su orientación Lacides, Telectes, Evandro, Hegesino y Filón de Larisa, que vivió en Roma.
Carnéades de Cirene (214-129 a.C.) inició la Nueva Academia, que viajó a Roma en el 156 a.C., y tampoco dejó escritos. Impugnó la evidencia, y se opuso al estoico Crisipo,al afirmar que el saber es imposible, y ninguna afirmación es indudable. En Roma, por ejemplo,un día pronunció un discurso alabando la justicia como base de la vida civil, y al siguiente otro defendiendo que es diferente según los tiempos y los pueblos; y estando muchas veces en contradicción con la prudencia. Igualmente criticó todas las doctrinas fundamentales de los estoicos, sobre todo las del destino y providencia. Consideró injustas las ambiciones imperialistas de los Estados, y empleó antinomias megáricas para demostrar la imposibilidad de discernir lo verdadero de lo falso mediante la dialéctica. También negó la representación cataléptica, negando que la razón o el sentido sean criterios de verdad. Sí admitió la representación probable, si no era contradicha por otras representaciones de la misma clase. Le sucedió un pariente suyo, del mismo nombre.
A comienzos del siglo I d.C. Enesidemo, Agripa y Sexto Empírico iniciaron un neopirronismo.
Enesidemo de Cnosos enseñó en Alejandría, escribió Discursos pirronianos,y aceptó la tesis de Heráclito sobre los contrarios: igualmente verdaderos, o falsos. Lo verdadero no es sensible ni inteligible, y admitió diez modos de llegar a la suspensión del juicio:1)la diferencia entre los animales;2)entre los hombres;3)entre las sensaciones;4)el de las circunstancias;5)el de las posiciones;6)el de las mezclas;7)el de la cantidad y composiciones de los objetos;8)el de la relación de las cosas entre sí y con el sujeto que las juzga;9)el de la continuidad o rareza entre el que juzga y el objeto, y 10)el de la educación, las costumbres, leyes, creencias u opiniones dogmáticas. Cada modo establece la diversidad de los conocimientos humanos, y la equivalencia de los diversos conceptos.
Agripa añadió otros cinco modos para llegar a la suspensión del juicio:1)el de la discordancia;2)el de la prueba;3)el de la relación con nosotros;4)el de la hipótesis, y 5)el círculo vicioso: demostrar lo que se debe demostrar.
Otros escépticos redujeron todos estos modos a dos fundamentales:1) nada se puede comprender por sí, por desacuerdo entre los hombres;2) ni por otra cosa, porque requeriría la comprensión de otra.
Sexto Empírico (180-210 d.C.) escribió Elementos pirronianos, compendio de filosofía escéptica; Hipotiposis y Contra los matemáticos, contra los que hacen profesión de saber, contra la gramática, retórica, geometría, aritmética, astronomía, música y filósofos dogmáticos. Criticó el procedimiento silogístico, negó el concepto de causa, y la teología estoica. El escéptico debe seguir las apariencias de los fenómenos a través de los sentidos, las necesidades, las tradiciones y las costumbres. Mientras la Academia Media admite que no es posible saber nada, los pirronianos se limitan a la búsqueda, sin punto de partida ni llegada.




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